El proyecto social “Ningún Estudiante Sin Internet” y “El Centro Juvenil de Malabo” en el SAX2020

Soluciones a la brecha digital desde la acción social y el voluntariado. 

Salud, Amor y Red (SAX en catalán) es el encuentro anual que organiza la comunidad Guifi.net para presentar nuevos proyectos vinculados con la tecnología y el acceso a Internet. Este año se ha realizado en formato online, por streaming, debido a las medidas derivadas de la COVID-19.

Todas las sesiones se graban y se pueden ver en media.guifi.net/media 

La segunda sesión del SAX2020 se centró en dos proyectos que se llevan a cabo desde el voluntariado y que tienen por objetivo reducir la brecha digital. En primer lugar, Jordi Clopés hizo un breve recorrido a la trayectoria de Ningún Estudiante Sin Internet, desde la concepción de la idea inicial hasta el estado actual de la iniciativa.

A continuación, Xavi Poza nos llevó a Guinea Ecuatorial, mostrándonos también las dificultades que tuvo que superar con las restricciones por la COVID-19 para poder llevar a cabo su trabajo: la creación del Centro Juvenil de Malabo.

Dos acciones muy interesantes, tanto por el impacto en el ámbito de actuación, como por el trabajo apasionado y comprometido de los voluntarios que los hacen posible.

Si te perdiste la sesión o la quieres volver a ver, aquí tienes el link:

SAX2020 día 2: Iniciativas y proyectos desde el voluntariado

Si lo prefieres te hemos hecho un resumen de las ideas destacadas de la jornada:

El proyecto NINGÚN ESTUDIANTE SIN INTERNET

La iniciativa surge durante el confinamiento, ofreciendo soluciones desde la solidaridad ciudadana, para dar acceso a Internet a todos aquellos estudiantes que no podían seguir las clases online.

1. La colaboración entre entidades es imprescindible para impulsar los proyectos sociales. 

Cómo explica Jordi Clopés: “Nuestro proyecto, por el camino, se ha ido encontrando con viejos amigos y con otros de nuevos”, haciendo referencia a las sinergias creadas con otras entidades como es el caso de eXO, Ribaguifi y Guifi.net, “que gracias a las personas y a la infraestructura que tienen detrás, hacen que sea más sencillo que un proyecto social como Ningún Estudiante Sin Internet pueda avanzar”. 

Precisamente, el primer proyecto que se está desplegando con la colaboración de una administración, ha estado con la participación de Ribaguifi, en un pequeño pueblo de 500 habitantes, en Aragón (Zaragoza). Este hecho es muy significativo, en el sentido de que la necesidad de acceso a Internet es una problemática global.

Jordi Clopés durante la presentación mostrando el despliegue de red en Alpartir.

“Por el camino, también nos hemos encontrado formando parte del grupo Covid Warriors, una entidad que actúa a escala nacional y que aglutina todo tipo de organizaciones voluntarias con un objetivo común: combatir el impacto de la COVID-19. Bajo el nombre de ConectemosYa, nos agrupamos varias entidades que luchamos contra la brecha digital: conexión a Internet, capacitación digital, dispositivos digitales, pero sobre todo, trabajamos en defensa del Derecho Universal de Conexión a Internet”. Con este grupo se está diseñando un proyecto de conectividad por una escuela situada en el barrio de Sants de Barcelona”. 

2. La necesidad de acceso a internet es una problemática que afecta a escala global.

Jordi se muestra entusiasmado con todas las acciones que se están haciendo realidad a pesar de los futuros retos que se presentan. “Nosotros nos hemos enfocado en los estudiantes, pero nos estamos dando cuenta, evidentemente, que la cosa va mucho más allá. Hay muchos colectivos vulnerables que sin acceso a Internet no podrán teletrabajar o buscar trabajo, ni realizar ningún tipo de trámite, ni comunicarse con familiares lejanos…” El COVID-19 ha hecho más visible una cosa que ya existía: la brecha digital. Esta barrera, que no hace más que incrementar las desigualdades, afecta como siempre, a los colectivos más vulnerables de la sociedad. 

3. Propuestas de valor de Ningún Estudiante Sin Internet:

A. Compartir Internet: la solidaridad entre vecinos.

Uno de los pilares del proyecto Ningún Estudiante Sin Internet se basa en la solidaridad de la ciudadanía. Esta propuesta es sencilla y solo hace falta que el donante de Internet esté a poca distancia del estudiante que necesita conexión. Mediante un hotspot se garantiza que la compartición sea segura. Con esta propuesta, el proyecto ganó el premio Mobile World Capital.

B. Compartir Internet: el papel de la Administración.

El otro pilar donde se sustenta el proyecto, es el trabajo con la participación de las administraciones. Las administraciones hacen las leyes, tienen los recursos y las infraestructuras, pero sobre todo, tienen la responsabilidad de poner estos recursos a disposición de los ciudadanos.

Trabajar con su participación supone poder cubrir las necesidades de uno o más barrios, de espacios comunitarios, disponer de un presupuesto…En definitiva, permite llegar a muchísima más gente.

“Acabamos de firmar un convenio marco con el Ayuntamiento de Mataró para poder conectar los barrios donde hay más necesidades, lo cual nos hace sentir muy orgullosos. Por un lado, porque es nuestro municipio y, por la otro, porque este convenio nos servirá como base para futuros proyectos con otras administraciones.

Además, estamos encantados con la buena predisposición de la Asociación de Vecinos de Rocafonda, muchos miembros de la cual provienen del ámbito educativo, así que han empatizado muy bien con la iniciativa. 

Las asociaciones de vecinos son nuestros mejores aliados, puesto que conforman todo el tejido social de barrio, conocen las necesidades, las debilidades y las fortalezas de su entorno, son quien mejor te puede dar referencias”. 

Como solución, en Mataró, está previsto aprovechar una red wifi Mesh para darle un nuevo uso a la ciudadanía y también poder disponer de infraestructura pública para colocar antenas. 

 4. El voluntariado 

El equipo de Ningún Estudiante Sin Internet, cuenta con voluntarios que son profesionales muy apasionados de las telecomunicaciones. Pero cada vez se están incorporando perfiles más diversos: desde profesores jubilados hasta periodistas y diseñadores, todos muy comprometidos e implicados en la causa. Jordi es voluntario de Mataró Sense Fils desde el 2002 y confiesa que él es el profesional que es (en el ámbito de las telecomunicaciones), en gran parte, a la experiencia que ha adquirido dedicando su tiempo de manera altruista. 

“Si nos contactáis, seguro que hay algo en lo que nos podeis ayudar en nuestro proyecto, que es muy bonito y todavía está en proceso de creación”. Jordi anima a la audiencia a participar en el proyecto y termina su intervención recordando que también se puede hacer aportaciones económicas a través de la web “para que el proyecto no solo sea bonito, sino que también sea sostenible en el tiempo”. 

Núria Coromina (moderadora de Guifi.net), Jordi Clopés (Voluntario de Ningún Estudiante Sin Internet) y Xavi Poza (Voluntario en el Centro Juvenil de Malabo).

El proyecto CENTRO JUVENIL DE MALABO 

El Centro Juvenil de Malabo (Guinea Ecuatorial) es un espacio promovido por las Naciones Unidas (PNUD) que tiene el objetivo de ofrecer un espacio por capacitar a los jóvenes y favorecer su desarrollo profesional. 

1. Viajar te abre la mente y te hace valorar lo que tienes.

El ponente de esta segunda parte del SAX2020, Xavi Poza, inicia su presentación explicandonos los contrastes que encontró en Malabo, capital de Guinea Ecuatorial. “Yo tenía que hacer un presupuesto para mi proyecto, pero al aterrizar, me di cuenta que antes tenía que pasar por un periodo de aprendizaje. Tuve que investigar qué coste tiene la vida allá: cuánto cuesta un viaje en taxi, cuánto cuesta una noche de hotel, etc.” “Cuando tuve todo el proyecto atado y aceptado, llegó el COVID-19”. Este hecho dificulta muchísimo que el proyecto avanzara a causa de las restricciones para viajar. “Para mí, este proyecto suponía un crecimiento personal y profesional”. Afortunadamente, fue sorteando las complicaciones y una semana antes de esta presentación, se inaugura por fin, el Centro Juvenil de Malabo. 

Otro aprendizaje del viaje, explica Xavi, es que “Internet es mucho más caro y va mucho más lento que aquí. Todo va lento…Muy lento, y se corta! Y tienes dificultad para desarrollar tu día a día. Y cuando te encuentras estos problemas, es cuando te das cuenta como van de bien las telecomunicaciones en nuestro país” y añade la reflexión: “hasta que uno no sale de casa y le pasan estas cosas, no valora lo que tiene”. 

A pesar del choque de contrastes y las dificultades que tuvo que afrontar Xavi, reconoce que la isla es de una gran belleza, y destaca el buen recibimiento que tuvo en la ciudad pero sobre todo, la experiencia vivida con los jóvenes del centro.

2. El Centro Juvenil de Malabo.

Hay que tener en cuenta que el 60% de la población de Guinea Ecuatorial son jóvenes de entre 15 y 24 años, y por tanto, capacitar y empoderar este colectivo, es hacer una inversión de futuro. Por eso, las Naciones Unidas apostaron por un proyecto transversal con tres proyectos que permitan abordar problemáticas sociales: el Instituto Nacional de la Juventud, Wifi4all y el Centro Juvenil de Malabo.

La inauguración del Centro Juvenil de Malabo, una semana antes de esta presentación al SAX2020.

Xavi explica emocionado el primer e-mail, con su primera cuenta de correo, que escribió una joven en el Centro Juvenil de Malabo. “Levantó la mano y me preguntó donde estaba la tecla de espacio en el teclado, puesto que era la primera vez también, que utilizaba uno. Cuando acabó, los dos hicimos un grito de alegría. Lo habíamos conseguido!”. 

“En las pequeñas cosas es donde se producen los cambios importantes”, se refiere al hecho de romper barreras que excluyen a las personas vulnerables. Explica también que “hay mucho talento. He visto jóvenes que hacen cosas maravillosas sin contar con ningún tipo de recurso. La diferencia con nuestros jóvenes es la motivación. Los jóvenes de aquí tienen ordenadores, móviles, wifi…Pero no tienen motivación”. Y advierte irónicamente que vayamos con mucho de cuenta, porque empoderando a estos jóvenes que tienen motivación y talento, “pronto nos pasarán por encima”. 

E invita nuestros jóvenes a que viajen, que conozcan otras realidades y que esto los hará crecer personalmente y profesionalmente. 

El Centro ha tenido mucho éxito y hubo mucha afluencia de gente que tenía curiosidad. Había 60 inscritos al día. “Les teníamos que explicar que el centro serviría para charlar de sexualidad y de temas relacionados con los jóvenes, para potenciar sus habilidades profesionales y para encontrar talento”. Los mismos asistentes se ofrecieron como voluntarios para apoyar a esta multitud de peticiones. 

Imagen del Centro Juvenil de Malabo, el primer día de apertura.

3. Valores de la tecnología.

Tenemos que repensar la tecnología que queremos. Con el COVID-19 hemos hecho un buen uso: para teletrabajar, para comunicarnos con la familia, para aprender… 

Usar la tecnología de manera inteligente significa que no solo se trata de dotar de herramientas, sino de saberlas utilizar y, evidentemente, de utilizarlas. 

En Malabo, hay una red abierta de acceso en Internet similar a Guifi.net. El paseo marítimo está dotado de antenas y de hotspots que ofrecen 2MG de velocidad y los ciudadanos van para descargar contenidos o hacer videollamadas, principalmente. La alternativa es comprar tarjetas de prepago por un tiempo limitado de datos. 

Para terminar, Xavi también hace un llamamiento a la colaboración no solo de voluntarios, sino que también se impliquen los profesionales y los gobiernos para crear mecanismos para poder trabajar conjuntamente. 

A continuación os dejamos los e-mails de contacto de los proyectos sociales que se han presentado y os animamos a participar! 

volem@ningunestudiantesininternet.org 

centrojuvenilmalabo@undp.org